Autores: Juan Antonio Zavala-Manzanares, Mónica Susana García-Bravo, Aída Méndez-González, Juan Manuel Michel-Casteló, Martha Alicia Aceves-Villalvazo
Fuente: https://www.medigraphic.com/
CASO CLÍNICO
Paciente femenina de 86 años de edad, procedente de Etzatlán, Jalisco, hospitalizada en el servicio de Medicina Interna por padecer una dermatosis diseminada al cuello donde afectaba el triángulo anterior izquierdo y la región supraclavicular, además del miembro torácico ipsilateral del que afectaba la región axilar, unilateral y asimétrica, constituida por múltiples neoformaciones de aspecto ulcerado, la menor de 5 x 5 mm y la mayor de 12 x 8 cm, irregulares, con fibrina y tejido necrótico en la superficie, de bordes bien definidos. La axilar tenía edema y eritema perilesional, acompañados de secreción purulenta y dolor desde una semana antes (Figura 1). La cervical era asintomática. Las lesiones aparecieron un mes previo al internamiento y habían tenido crecimiento gradual. Se acompañaban de astenia, adinamia e hiporexia. En la exploración física destacó disminución de los ruidos respiratorios en el tercer y cuarto espacios intercostales izquierdos y sibilancias apicales en el mismo hemitórax. La paciente tenía síndrome metabólico, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y antecedente de tuberculosis pulmonar 51 años antes, por lo que recibió tratamiento no especificado y se dejó de dar seguimiento hacía más de 30 años. Los estudios paraclínicos mostraron: DHL incrementada en 538 mg/
dL, hiponatremia de 132 mEq/L, calcio de 11.02 mg/dL y proteína C reactiva de 144 mg/dL. Se cultivó la secreción de la lesión axilar con desarrollo de Pseudomonas aeruginosa, por lo que se dio tratamiento específico. Los estudios de imagen de tórax evidenciaron radioopacidad apical izquierda, con aspecto de masa, además e incremento de volumen y densidad de tejidos blandos a nivel de las lesiones cutáneas (Figura 2). La broncoscopia reportó inflamación inespecífica del árbol bronquial, estudio citológico del lavado bronquioalveolar con abundantes linfocitos y polimorfonucleares. No se observó en el frotis del lavado broncoalveolar atipia y en
términos macroscópicos no se observaron masas ni datos que orientaran a malignidad a este nivel. La paciente tuvo, además, reacción en cadena de la polimerasa para Mycobacterium tuberculosis positiva.
Se inició tratamiento con rifampicina, isoniazida, etambutol y pirazinamida, por mala evolución de las lesiones cutáneas se solicitó
valoración por el servicio de Dermatología. Al momento de la valoración no había evidencia de proceso infeccioso activo en las lesiones, con mayor necrosis en la superficie de la lesión, con la sospecha clínica de linfoma cutáneo se realizó biopsia incisional en huso de la lesión, que evidenció áreas con intensa ulceración, en las áreas donde la epidermis estaba conservada se observó acantosis irregular, con epidermotropismo de linfocitos anormales, pleomórficos que infiltraban la dermis y disecaban las fibras de colágena, que además rodeaban e invadían las paredes vasculares (Figura 3). Datos compatibles con linfoma: la inmunohistoquímica reportó CD4, CD3 y CD56 positivos, además de un índice de proliferación (Ki67) positivo en 30%; CD20, MUM1, CD10, CD8 y CD30 negativos, con lo que se estableció el diagnóstico de correlación clínico-patológica de linfoma cutáneo primario de células T no especificado
en paciente con reactivación de tuberculosis, sin evidencia de enfermedad en la médula ósea o en otros órganos. Se solicitó valoración por el servicio de Hematología que propuso quimioterapia sistémica; sin embargo, no fue aceptada por la paciente, por lo que egresó a su domicilio.
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https://www.medigraphic.com/pdfs/derrevmex/rmd-2020/rmd201h.pdf
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