Autores: Jeanette Pardío-López, Sydney Greenawalt-Rodríguez, Alvar Loria,3 Elizabeth Pedraza-Vargas, Esther Lombardo-Aburto, Adriana Monroy-Villafuerte, Alejandro Valderrama-Hernández
Fuente: https://ojs.actapediatrica.org.mx/
ANTECEDENTES
La relación entre alimentación y estado de salud permanece a lo largo de la vida de los humanos, pero adquiere mayor importancia en los primeros
años de vida, pues incide significativamente en el desarrollo psicobiológico del niño. Cualquier carencia nutricia en el niño interfiere en su crecimiento físico y, consecuentemente, en las bases biológicas asociadas con su creatividad. Diversos autores documentan un deterioro gradual en el desarrollo de conductas atribuido a la desaceleración de la velocidad del crecimiento corporal que, a su vez, se asocia con desnutrición de cualquier grado.
En México, el trabajo seminal de Joaquín Cravioto muestra que los niños de estatura baja para su edad cronológica tienen calificaciones de inteligencia más bajas que los niños de mayor estatura. Así, desde 1967 se plantea que si la desnutrición afecta el crecimiento en estatura, es posible inferir, por extensión, un efecto negativo semejante en el desarrollo cerebral; los periodos prolongados de deficiencias energéticas y proteicas pueden conducir a un déficit de estatura para la edad.
En general, es posible decir que el estudio de la dieta del ser humano en los primeros años de vida muestra retos importantes; esto se debe a que el
recién nacido se ubica en un proceso inicial de aprendizaje que se distingue por el reconocimiento de nuevos sabores, texturas, y olores, lo que lo condiciona al consumo de pequeñas probaditas. Al respecto, en la bibliografía se identifican distintas metodologías para el estudio de la dieta de los niños menores de un año de edad, que van desde un enfoque cuantitativo hasta uno cualitativo.11 En cuanto al primero, en general, se trata de estrategias que se centran en documentar el consumo total de kilocalorías o bien, gramos de consumo de nutrimentos, como es el caso del hierro, zinc, proteínas, etc.
En este tipo de estrategias dietéticas cuantitativas es posible citar al recordatorio de 24 horas y a la encuesta de frecuencia de consumo de alimentos, que exigen esfuerzos importantes a la persona encuestada porque se requiere que recuerde las cantidades de consumo del niño de cada papilla, guisado o bebida. Este requisito propicia la inversión de un tiempo importante para la aplicación de las encuestas. Al respecto, si se piensa, por ejemplo, en el aceite como ingrediente para la preparación de una papilla, resulta complejo creer que la encuestada puede reportar la cantidad de aceite que consume el bebé.
Este contexto adquiere un grado de complejidad aún mayor cuando la persona encuestada no es quien prepara los alimentos, porque está fuera de su alcance conocer las cantidades de ingredientes utilizadas para la preparación de los platillos. Para atender este desafío los investigadores se apoyan en ciertas herramientas que facilitan el registro de cantidades: tazas, cucharadas, cucharaditas y vajillas, propias de la región; sin embargo, su interacción con ellas durante la aplicación del instrumento dietético conlleva a invertir aún más tiempo, hecho que termina por cansar a la persona encuestada y
propiciar que emita respuestas imprecisas, o más aún solicitar la cancelación de la entrevista.
En contraparte, las encuestas cualitativas se centran en estrategias que se distinguen por documentar el Sí/No del consumo de grupos de alimentos, o bien, cantidad de veces de consumo de grupos de alimentos.12 Estos métodos requieren menor esfuerzo por parte de la persona encuestada y menor tiempo de aplicación del instrumento, precisamente por el hecho de no detenerse en recabar las cantidades de consumo. En general, la encuestada se centra en describir el tipo de alimento que consume el niño, o bien, los ingredientes principales que recuerda cuando los platillos son consumidos fuera de casa.
Estas estrategias han mostrado que si las personas encuestadas se cansan menos, la probabilidad de cancelar la entrevista es menor. Pese a las
ventajas señaladas, en la bibliografía científica se observa que estos métodos cualitativos requieren el estudio de miles de niños para detectar asociaciones con la estatura. Tal es el caso de Krasevec y su grupo15 y Darapheak y su equipo quienes estudiaron 74,584 y 6209 niños, respectivamente, para encontrar asociación entre el consumo, la estatura y los grupos de alimentos.
Ante estos escenarios consideramos relevante establecer maneras más sencillas y sensibles para identificar grupos de alimentos capaces de asociarse con la estatura; es decir, identificar mejores maneras de medir la alimentación para facilitar y evaluar su asociación con la estatura.
El objetivo de este estudio fue: validar una nueva estrategia para identificar grupos de alimentos capaces de asociarse con la estatura.
MATERIALES Y MÉTODOS
Estudio transversal, observacional, analítico y exploratorio efectuado en niños sanos entre 4.0 y 12.7 meses de edad que acudieron a valoración a la consulta externa del niño sano del Instituto Nacional de Pediatría entre octubre de 2013 y febrero de 2014.
Criterios de inclusión: haber iniciado la alimentación complementaria, estar acompañados de la cuidadora principal (la encargada de preparar y ofrecer los alimentos al niño) y no tener alguna de las siguientes variables: nacimiento prematuro, peso al nacer menor de 2500 o mayor de 4000 g, longitud al nacer inferior a -2 desviaciones estándar, nacidos de un embarazo múltiple, de madre fumadora durante el embarazo o durante los primeros seis meses de la vida del niño; no padecer enfermedades respiratorias y gastrointestinales recurrentes, hepatitis, VIH, tuberculosis, enfermedades neoplásicas, renales,
cardiovasculares y congénitas, desórdenes genéticos, diabetes, y cualquier otra que requiriera algún tratamiento especial en su alimentación.
Se obtuvo el consentimiento informado de cada una de las encargadas de los niños, quienes al término del estudio recibieron orientación de la alimentación complementaria. En caso de que el niño tuviera estatura baja, peso corporal subnormal o sobrepeso, se le refirió a un segundo nivel de atención.
Los datos del peso se obtuvieron de una báscula Seca® digital, con una precisión de 0.1 kg, y la longitud-estatura con un infantómetro y estadímetro Seca® con una precisión de 0.1 cm, respectivamente. Previo al inicio del estudio, los pediatras y nutriólogos participantes se estandarizaron en los procedimientos para recabar las mediciones antropométricas de peso corporal, longitud, estatura, y para llevar a cabo el recordatorio de 24 horas de alimentos consumidos por los niños el día anterior. El niño recibió una consulta de valoración pediátrica y en caso de cumplir con los criterios de inclusión, se le invitó a participar en el estudio, que consistió en aplicar el recordatorio de 24 horas a la preparadora de los alimentos y efectuar una medición duplicada de longitud-estatura y peso del niño. El coeficiente de variación estuvo debajo de 0.5% en los 185 duplicados de peso y longitud-estatura. Como dato de análisis se usó el promedio.
Si desea leer el artículo completo:
https://ojs.actapediatrica.org.mx/index.php/APM/article/view/2011/1174
REFERENCIAS
- Agostoni C, Bettocchi S. Cognition. World Rev Nutr Diet. 2018; 117: 66-83.doi: 10.1159/000484500.
- Anjos T, et al. Nutrition and neurodevelopment in children: focus on NUTRIMENTHE project. Eur J Nutr 2013; 52 (8):1825-42. doi: 10.1007/s00394-013-0560-4.
- Desalegn BB, et al. Feeding Practices and Undernutrition in 6(-)23-Month-Old Children of Orthodox Christian Mothers in Rural Tigray, Ethiopia: Longitudinal Study. Nutrients 2019; 11(1). doi: 10.3390/nu11010138.
- Agostoni C, Manzoni P. Nutrition and neurocognitive development. Early Hum Dev 2013; 89 (Suppl 1): S1-S3. doi:10.1016/S0378-3782(13)00138-2.
- Grimberg A, et al. The Physiology and Mechanism of Growth. World Rev Nutr Diet 2018; 117: 1-14. doi:10.1159/000484497.
- Cravioto J. The ecologic approach to the study of nutrition and mental development: The Mexico Study. In: Moore WM, Silverberg MM, Read MS, eds. Nutrition, growth
- and development of North American Indian children. p. 169-184. DHEW publication; 1972, (NIH 72-26).
- Cravioto J, Birch H, De Licardie E. Influencia de la desnutrición sobre la capacidad de aprendizaje del niño escolar. Bol Med Hosp Infant (Mex) 1967; 24: 217-233.
- Arroyo P, Mandujano M. La cita clásica de Joaquín Cravioto. Nutrición, crecimiento y desarrollo neurológico integrado: Un estudio ecológico y experimental. En: Arroyo P, Mandujano M, Cravioto A, eds. Contribución del doctor Joaquín Cravioto a la ciencia y la salud. México: Fundación Mexicana para la Salud-Fondo Nestlé para la Nutrición, 2001; 51-60.
- Livingstone MBE, et al. Validation of estimates of energy intake by weighed dietary record and diet history in children and adolescents. Am J Clin Nutr 1992; 56: 29-35.doi: 10.1093/ajcn/56.1.29
- Cowin I, et al. Association between composition of the diet and haemoglobin and ferritin levels in 18-month-oldchildren. Eur J Clin Nutr 2001; 55: 278-286. doi: 10.1038/sj.ejcn. 1601155.
- Ottrey E, et al. Ethnography in nutrition and dietetics research: a systematic review. J Acad Nutr Diet 2018; 118 (10):1903-1942.e10. doi: 10.1016/j.jand.2018.06.002.
- Emmett P. Diet history and dietary intake assessment. In: Koletzko B, et al. eds. Pediatric nutrition in practice. World Rev Nutr Diet 2015 (113): 14-18.
- Emmett P. Dietary assessment in children. In: Koletzko B, et al. eds. Pediatric nutrition in practice. World Rev Nutr Diet 2015; (113): 322-25.
- Emmett P. Assessing diet in birth cohort studies. Paediatr Perinat Epidemiol 2009; 23 (suppl 1): 154-173. doi:10.1111/j.1365-3016.2009.01015.x
- Krasevec J, et al. Diet quality and risk of stunting among infants and young children in low- and middle-income countries. Matern Child Nutr 2017; 13 Suppl 2. doi: 10.1111/mcn.12430. Darapheak C, et al. Consumption of animal source foods and dietary diversity reduce stunting in children in Cambodia. Int Arch Med 2013; 6: 29. doi: 10.1186/1755-7682.
- WHO Child Growth Standards. Growth velocity based on weight, length and head circumference. Methods and development. China, Hong Kong: World Health Organization/Department of Nutrition for Health and Development, 2009; 262