Fuente: https://cardiologiahoy.com
Covid-19 y el Riesgo de Olvidarnos de la Enfermedad Cardiovascular…
El impacto de la enfermedad cardiovascular
En la Argentina, según las últimas cifras del Ministerio de Salud de la Nación, las enfermedades cardiovasculares (que comprende la cardiopatía isquémica, el accidente cerebrovacular la arteriopatía periférica, las trombosis arteriales y venosas, la cardiopatía congénita y la reumática) provocaron la muerte de 97219 argentinos en 2017, lo que representa el 28.5 % de la mortalidad total informada. Representan de esta forma la principal causa de mortalidad en nuestro país y en el mundo.
Particularmente, se estima que se producen cada año unos 50 mil infartos, con una mortalidad hospitalaria registrada de entre el 4 y 8 %, aunque la cifra real podría ser aún mayor, ya que un alto porcentaje de las personas no son registradas debido a que muchas mueren antes de llegar a recibir atención médica.
Con todo esto entendemos que debemos todos hacer un esfuerzo en dos aspectos: 1) Cuidar a nuestros poblacion de los factores de riesgo que promueven la enfermedad cardiovascular para evitar su desarrollo y 2) Detectar y tratar rápidamente las descompensaciones para reducir la morbimortaldad que trae aparejada.
Coronavirus y enfermedades cardiovasculares
Como todos sabemos la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) es una pandemia mundial. A partir del 21 de marzo de este año, 167 países reportaron pacientes infectados, con mas de 285000 casos generando mas de 12000 muertes.
COVID-19 interactúa con el sistema cardiovascular en múltiples niveles, aumentando la morbilidad en pacientes con enfermedades cardiovasculares subyacentes y generando lesiones miocárdicas de distintas formas que gatillan eventos cardiovasculares.
La presencia de comorbilidades cardiovasculares es común en los pacientes con COVID-19, más notablemente entre aquellos con enfermedad más severa. En un reporte de casos de 138 pacientes hospitalizados por COVID-19, 16.7% de los pacientes desarrollaron arritmias y el 7.2% injuria cardiaca aguda. Los episodios de insuficiencia cardiaca aguda, infarto agudo de miocardio, miocarditis y paro cardiorespiratorio incrementan la demanda metabólica, pudiendo incrementar el riesgo de complicaciones asociadas a COVID-19. En términos generales, podemos asegurar que los pacientes con enfermedad cardiovascular conocida presentan mayor riesgo de contraer COVID-19, con un peor pronóstico clínico.
El problema de los eventos cardiovasculares en el contexto de una pandemia.
Poco se sabe sobre el impacto de las emergencias de salud pública, como un brote comunitario de enfermedades infecciosas en los sistemas de atención cardiovasculares.
La experiencia publicada recientemente por un centro en Hong Kong genera una fuerte preocupación. En la publicación en la revista Circulation, se objetivó que los tiempos prehospitalarios de los pacientes que sufrieron un infarto con elevación del ST en Enero de 2020 fueron preocupantemente más largos en todos los componentes en comparación con los datos históricos del año anterior. La mayor diferencia horaria fue en el tiempo desde el inicio de los síntomas hasta el primer contacto médico.
Es evidente que desde la instauración de medidas de protección personal antes la exposición y la implementación de la cuarentema, se encontraron grandes retrasos en los pacientes con infarto que buscaron ayuda médica. Es comprensible que las personas sean reacias a ir a un hospital durante el brote de COVID-19, lo que explica los posibles retrasos en la búsqueda de atención.
Por otro lado preocupa de manera importante la franca reducción de las consultas en guardia por problemas cardiovasculares. Esto sumado a la reducción de los controles habituales por consultorio hace, lamentablemente pensar que los pacientes están desviando su atención y que esto puede recaer en una menor protección cardiovascular.
Con todo esto no buscamos minimizar el impacto ni la importancia de la pandemia, sino que entendemos que debemos agudizar nuestro ingenio para no dejar de lado el cuidado cardiovascular de nuestros pacientes mientras dure. Ese es el desafío…